Mientras escribíamos ayer, cómodamente sentados en el interior de una cafetería, quejándonos de la lluvia, fuera, llovía a mares. La terraza se transformó en minutos en un estanque de agua. El viento movía los árboles como si los quisiera destrozar. El granizo duró escasos cinco minutos y a nosotros algo se nos retorcía por dentro. Llovía más y más y el agua empezaba a cubrir casi las ruedas de los coches aparcados por fuera de la cafetería. Al poco, comenzó a entrar agua en la cafetería y en un momento nos vimos achicando agua con lo que se podía. Después de cuarenta minutos así nos miramos y dijimos de ir a ver qué habría pasado con nuestro material, con un sentimiento de todo perdido y de pensar en cómo poder recuperar algo.
Llegamos al camping con el agua por las rodillas y según avanzábamos seguía subiendo y subiendo hacia la mitad del muslo.
Tocaba esperar a que los bomberos hicieran el trabajo y consiguieran evacuar el agua del pantanal aquel en el que estábamos metidos.
Momentos de risa con los paisanos haciendo el ganso y, al mismo tiempo, pensando que había que dar la vuelta o seguir el viaje de otra manera.
- ¿Aquello son las bicis con el plástico que las cubría?
- No, una bolsa de basura
Unas cuantas horas más tarde el agua comienza a bajar y un par de horas después conseguimos llegar a la caseta.
JAJAJAJAJJJA.... Viva la Husky, (nuestra casa) Ortlieb y Vaude. Aún después de horas en el agua, todo estaba seco, incluso las alforjas que estaban abiertas de alguna forma se mantuvieron abiertas hacia arriba y no les entró ni una sola gota. La caseta tenía un par de desgarrones exteriores, que con suerte podremos arreglar. Por supuesto que había agua dentro. Las bicis estaban perfectas; mojadas y llenas de hojas palitos y tierra, nada que un manguerazo no arregle.
La cámara nunca me separo de ella y ayer la dejé en la caseta. :-( y ha sido la gran pérdida a la que llevaba horas haciéndome a la idea.
Ahí la tengo, en la enfermería de urgencia, con dos kilos de arroz a ver si se obra el milagro. La foto la pude sacar con la GoPro Hero 3 de Puerto Informática, a la que nunca le quito la carcasa, y que estuvo 7 horas sumergida en el fondo de la caseta.
Seguimos pedaleando
Llegamos al camping con el agua por las rodillas y según avanzábamos seguía subiendo y subiendo hacia la mitad del muslo.
Tocaba esperar a que los bomberos hicieran el trabajo y consiguieran evacuar el agua del pantanal aquel en el que estábamos metidos.
Momentos de risa con los paisanos haciendo el ganso y, al mismo tiempo, pensando que había que dar la vuelta o seguir el viaje de otra manera.
- ¿Aquello son las bicis con el plástico que las cubría?
- No, una bolsa de basura
Unas cuantas horas más tarde el agua comienza a bajar y un par de horas después conseguimos llegar a la caseta.
JAJAJAJAJJJA.... Viva la Husky, (nuestra casa) Ortlieb y Vaude. Aún después de horas en el agua, todo estaba seco, incluso las alforjas que estaban abiertas de alguna forma se mantuvieron abiertas hacia arriba y no les entró ni una sola gota. La caseta tenía un par de desgarrones exteriores, que con suerte podremos arreglar. Por supuesto que había agua dentro. Las bicis estaban perfectas; mojadas y llenas de hojas palitos y tierra, nada que un manguerazo no arregle.
La cámara nunca me separo de ella y ayer la dejé en la caseta. :-( y ha sido la gran pérdida a la que llevaba horas haciéndome a la idea.
Ahí la tengo, en la enfermería de urgencia, con dos kilos de arroz a ver si se obra el milagro. La foto la pude sacar con la GoPro Hero 3 de Puerto Informática, a la que nunca le quito la carcasa, y que estuvo 7 horas sumergida en el fondo de la caseta.
Seguimos pedaleando